A perro flaco todo son pulgas, este refrán viene para reflejar lo que le está sucediendo a Google con el cambio de políticas de privacidad que anunció hace unos días y que en principio( sí, digo en principio porque según lo que os voy a comentar después puede que no sea la fecha correcta) debería de comenzar a aplicarse el próximo 1 de marzo.
Si ya Google ha tenido que declarar, o mejor dicho aclarar, las condiciones y lo que supone esta reforma de sus políticas en los que respecta a la privacidad de sus usuarios frente a la Congreso de los Estados Unidos, ahora es la Unión Europea la que acaba de entrar en juego.
Se ha cursado una solicitud ante la Unión Europea para que frene la aprobación o puesta en uso de este cambio de políticas de privacidad en todos los estados pertenecientes a la Unión para que se realice un estudio más a fondo de cómo afectará este cambio a los usuarios que sean residentes en la Unión Europea. Al frente de esa solicitud está la autoridad francesa.
Según se expone en la solicitud, “se quiere ver las posibles consecuencias de este cambio en la protección de los datos de los ciudadanos”. Desde Google argumentan que no tienen ningún problema en explicar y detallar en qué consiste este cambio pero se han sorprendido un poco ya que la mayoría de los miembros de la comisión ya tenían información al respecto antes de este anuncio con tiempo sobrado para haber expuesto sus reticencias o preguntas.
Fuente| engadget.com
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