Cuando, allá por 2006, los blogs perdieron el aliento del «hype» y empezó ese proceso de recentralización llamado web 2.0, los indianos abrimos un debate sobre la Wikipedia que en realidad lo era sobre la generación artificial de escasez y sus consecuencias sociales: la redefinición del rol del usuario de la interacción a la mera participación. Pero evidentemente la cosa no iba a parar ahí: las mal llamadas «redes sociales» iban un paso más allá, reduciendo aún más el papel de las personas e incentivando una cultura de la adhesión.
Era la época en que el mundo veía en Sarkozy el aire fresco de Europa y se enamoraba de Obama. Y no dudamos en ir contracorriente una vez más a pesar de que nos costara perder «puntos» en la relación con la prensa y un disgusto con nada menos que «Foreign Policy». Ni hablar con las empresas. Ir contracorriente tiene sus costes, pero merecía la pena señalar no sólo que el Emperador iba desnudo sino que estaba propagando la gripe.
Curiosamente fue la propia Foreign Policy, en su edición norteamericana claro, la primera gran publicación que empezó a poner en duda lo que se había convertido en el catecismo de los medios: el interesado y falso relato de un impacto político que no era tal. En el paroxismo, y hace tan sólo unos meses de esto, los medios llegan a argumentar que un «hashtag» es por si mismo un movimiento social. Y obviamente, hasta en el anglomundo, hay quien empieza a despertar y no comulgar con esas ruedas de molino.
Pero el daño estaba hecho. Los relatos mediáticos de la «Primavera Arabe» olvidan tendenciosamente el largo proceso deliberativo que condujo a la revolución y que documentábamos ya en 2004. Los movimientos, como el quincemismo, que asumen el relato mediático, lo pagaran caro en su desarrollo.
¿Qué hay de nuevo?
Sólo ahora empiezan a surgir signos de que el ciberactivismo ha aprendido la lección. De que, aún habiendo comenzado en la pura lógica de la adhesión, cambiar consensos sociales requiere un papel diferente de las personas y por tanto otro tipo de herramientas. Siguiendo la evolución del movimiento que pide más ancho de banda en Bolivia, Mario Roland Chuquimia escribe:El grupo “Mas ancho de banda en Bolivia” (facebook) a empezado a migrar al blog Mas y Mejor internet en Bolivia , en el blog iremos compartiendo contenidos, reportando actividades y acciones de promoción de Conectividad Digital en Bolivia. A la fecha, el grupo suma 2.988 miembros. En twitter se encuentra @adslbolivia . Sin quererlo, avanzamos por la pirámide del compromiso.El problema cuando entramos es que no se les ocurren formas de «participar» distintas de la adhesión en facebook. Y es que el daño producido por la cultura de la adhesión dejará secuelas mucho tiempo. Pero de una cosa estamos seguros: como muestra el propio impulso que mueve a los ciberactivistas de esta campaña, no es irreparable.
fuente: http://bitacora.lasindias.com/las-secuelas-del-dospuntocerismo-y-la-cultura-facebook-twitter/
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